La tecnología como apoyo al recuerdo

 

  


«Estoy totalmente solo. Es un día perfecto en el que todo parece encajar en el Cosmos»

 

 

…Enlazo con un camino minero que parece bordear todo el macizo del Illimani, con magníficas vistas del pico “Naranjito”, el Huayna Potosi y los Condoriris, al fondo.

Al llegar a un collado giro al E hacia la “Puerta del Glaciar”. Asciendo por pedrera y cascajar, por una zigzagueante pista, hasta que el desdibujado camino desaparece por completo.

Me encuentro a la altura del Mont Blanc, en un anfiteatro de gigantes de más de seis mil metros, apuntalados por titánicos pilares de roca y orlados de amenazadores glaciares colgantes.

Estoy totalmente solo a varios kilómetros a la redonda. Es un día perfecto en el que todo parece encajar en el Cosmos.

Me hallo en el lugar más remoto donde he llegado jamás y el mundo se me muestra en su estado más salvaje y primitivo, como si un demiurgo hubiese levantado ese inasible escenario para mi contemplación.

Únicamente el balido de una oveja, muy abajo, en el invisible valle; parece anclarme a la realidad…

 

En el momento de escribir estas líneas llegan por radio informaciones alarmantes. Según Juan, uno de nuestros guías bolivianos, Ángel baja muy “jodido”, al límite de sus fuerzas. Héctor, el jefe de guías, le dice que le encuerde para pasar las “Escaleras del Cielo”.

Juan afirma que Ángel no quiere encordarse… Hace apenas una semana sufrimos un grave accidente con un penoso rescate y evacuación a la Paz…

 

Extracto del diario de viajes.

 

 

 

En plena erupción del volcán de la Palma, escribí un artículo sobre el archivo digital de recuerdos.

Muchos habitantes de la zona afectada por la erupción debieron dejar sus casas a toda prisa, abandonando lo prescindible, como fotos, que quedarían perdidas; sepultados bajo toneladas de escombros y ceniza.

Hace relativamente poco, hemos sufrido una terrible Dana que ha asolado toda una región, con numerosas víctimas. Muchos damnificados lo han perdido todo, incluso sus recuerdos.

 

Desde el camino minero, las pirámides de hielo están al alcance de la mano y, realmente, sus aristas rasgan el cielo. 

 

Imaginemos situaciones menos dramáticas. Quizás un diario de viaje, perdido en un trastero, o imágenes analógicas, o aquellos apuntes sobre lugares remotos, pergeñados en ajados cuadernos, que no pudieron ser contrastados en la era pre internet.

Compartiendo datos con el amigo Alberto, de un viaje por tierras sorianas, digno de Gabinete Caligari, realizado en el verano de 1992; me entró el gusanillo de releer alguno de mis escasos diarios de viaje y, quizás, digitalizarlos y actualizarlos.

La introducción y las imágenes (analógicas en origen) corresponden a una conocida zona alpina cercana a la Paz.

 

Tras una copiosa cena en la Casa de España, y la marcha de aproximación de Pinaya al campo base de Puente Roto, el grupo de trekking no parecía muy dispuesto a abandonar la calidez del saco de dormir.

Desayuné, tomé mi picnic de la tienda cocina y comuniqué mi ruta prevista: un camino minero abandonado que se dirigía hacia el sureste y que, quizás, rodease todo el macizo del Illimani.

Lo pintoresco de esta zona, al margen de su belleza alpina, son sus peculiaridades. No hay hombres porteadores, aquí trabajan las "Cholitas Porteadoras". Desde el 2015, "Cholitas Escaladoras", haciendo cumbres  con sus polleras, bombines y coloridas mantas de diseños aymaras.

Un avión de pasajeros se estrelló cerca de la cumbre, en la ladera cercana a la capital. Al parecer nunca se recuperó la caja negra.


 La tecnología permite recuperar rutas de una manera tan visual como cuantificable.

 

El illimani encierra en sus entrañas metales preciosos y estratégicos, oro, plata, wolframio... y cuenta con rudimentarias y contaminantes explotaciones, en muchas ocasiones ilegales.

Todo estos datos, muy difíciles de conseguir con los motores de búsqueda de la época, están ahora disponibles a golpe de IA.

Otros intresantes informes cronológicos, como la retirada de los glaciares por el cambio climático, pueden convertir imágenes anodinas en registros históricos.

 

En este sentido, la primera marcha de aclimatación, a la pista de esquí de Chacaltaya, la más alta del mundo a 5400 m, ya mostraba un glaciar condenado; hoy extinto.

En el emplazamiento del antiguo Refugio Alpino, funciona en la actualidad una estación global para medir el cambio climático.

Sin duda la tecnología brinda un excelente apoyo para digitalizar, conservar, físicamente o en la nube, actualizar y revivir nuestros recuerdos.

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