Mártires. Hacking de bases de datos científicos 4.

En el último artículo de la serie, acabamos comparando los sistemas de rastreo de información técnico-científica pre y post milennial.

Habíamos navegado a través de las tormentosas aguas que bañan las costas de los servidores clandestinos rusos y holandeses, hacia los puertos más concurridos de la piratería científica global: LibGen y Sci-Hub.

¿Cómo se pueden describir estos lugares que no aparecen en las cartas naúticas y cuyas coordenadas cambian cada mes? Imagináos la serie "Black Sails" pero en plan geek. Ni sexo, ni violencia, ni lenguaje inadecuado; solo piratería de documentos pura y dura.



Esta descripción desalentaría al 95% de la población y más si, como en mi caso, has sufrido las reformas educativas españolas. Para mí la literatura científica es como la mecánica cuántica, la entiendo a ratos si y a ratos no.

¿Cómo funciona Sci-Hub cuando introducimos la identificación de un documento buscado? En primer lugar, busca en LibGen (dado de baja por orden judicial americana en 2015) y, caso de no encontrar el artículo, ejecuta el script de Alexandra, que utilizará contraseñas de científicos simpatizantes del proyecto; para buscarlo en las BBDD de pago.

Ya que hemos desembarcado, vamos a realizar alguna búsqueda, por ejemplo relativa a su creadora:

 

Lo que encontramos  resulta más perturbador que Edward Snowden hablando de OVNIS y chemtrails. Un artículo de la revista Nature que posiciona a Elbakyan como una de las 10 personas más influyentes del 2016.

Vamos a ver, una de las revistas que pertenecen al monopolio científico editorial, ensalzando a una pirata de documentos. 

Lo dicho, en estas situaciones tan bizarras se dispara mi conspiranoia y ya dudo si realmente Snowden y Elbakyan son unos Robin Hood de la verdad y la ciencia o son esponsorizados por intereses ocultos.

En cualquier caso ¿Qué opinaría el mártir hacktivista Aaron Swartz de estos portales?¿Se parecerán al proyecto que tenía en mente cuando se enredó en la aventura de hacking que tan mal acabó?

Vamos a recorrer un poco más la República Pirata. Alexandra se encontró con la barrera económica, que comenté en el anterior artículo, cuando desarrollaba una tesis sobre ¡autenticación biométrica mediante el pensamiento!



Ya no solo tendremos que preocuparnos de que hackeen nuestros hospitales, aparatos de diagnóstico y tratamiento, bombas portátiles de infusión de insulina, marcapasos... ¡lo siguiente será hackear nuestros propios cerebros!

Me se de alguno que dirá:
- Pues como entren en mi nothing box lo llevan claro.
Es gratificante rodearse de personas que realmente se conocen.
Pero para eso ya se ha planteado Alexandra y compañía colocar los electrodos en los sitios oportunos; y sin abrir el cráneo como pretende Elon Musk.


Al menos la expropiación de los estudios científicos nos permite intuir a qué atenernos en las próximas décadas.

Y quién crea que mi mantra "Westworld existe" constituye una exageración, que se deleite con estas grabaciones de pensamientos.


Tranquilidad, en este artículo aseguran que este tipo de autenticación será muy segura. 😳

Para cerrar el tema, concretar que la tesis de Elbakyan será una de las más caras del mundo (15 millones de $), que se abstendrá de pagar siempre que no pise Norteamérica ni ningún país que tenga tratado de extradición con ellos.


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