Terror.net/watch?v=2
Tras los atentados del 11M de 2004, en Madrid, la policía encontró en distintos escenarios material informático perteneciente a los terroristas.
Textos digitales, videos, imágenes y páginas webs, fueron diseccionados al milímetro.
Como ejemplo: portátil de Jamal Ahmidan, el Chino.
-Página web Haqaik (veracidad) de noticias.
-Página Al-intashar, perteneciente a un grupo de consejeros islámicos en Egipto y Somalia...
Pero la radicalización no es un fenómeno que naciese con Internet. En 1995 los integristas colaban publicaciones internacionales en papel en las mezquitas madrileñas, apoyando la guerra santa en Afganistán, Arabia Saudí, Bosnia y Argelia.
¿Cúal es el cometido de estas revistas y sitios web?
a) Dar a conocer al mundo la narrativa de distintas milicias yihadistas actuando en zonas de conflicto. Fundamentalmente AQ, Daesh y sus franquicias.
b) Captar mediante una red de reclutadores a hombres y mujeres dispuestos a viajar a zonas de guerra.
c) Radicalizar a jóvenes musulmanes occidentales, habitualmente de segunda generación, que no deseen o puedan viajar a zonas de conflicto; para cometer atentados en sus países.
Sin embargo, los redactores de Inspire (16 números entre 2010 y 2016) se vieron frustrados por el tipo de target al que se dirigían:
- Jóvenes que se radicalizaban sin presencialidad, perdiendo el importante componente físico.
- De mentalidad mucho menos coránica fundamentalista que los autores, al haber nacido en occidente.
- Alejados de las zonas de conflicto y, por tanto, incapaces de comprender el entorno y las circunstancias de los redactores.
- Pudiendo llegar a admitir el asesinato y el terror pero no la inmolación.
A fecha de publicación, Daesh continua controlando territorios en Irak y Siria, mucho menos extensos que los de su máxima expansión de 11/15
De 2014 a 2016, Dabiq, la revista digital de Daesh, coexistió con Inspire; dejando testimonio de su rivalidad conceptual.
En el próximo post nos extenderemos más sobre la psicología de la radicalización online y comentaremos sobre el otro lado: las fuerzas que se oponen a la difusión del yihadismo. No solo agencias gubernamentales como el MI6 y su Operación Cupcake, también Anonymous o vigilantes patrióticos como th3je5t3r.
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