Q, de las tinieblas a la luz 3

Cabalgo con la divisa de la infamia encima.

Es la divisa la que ha de protegerme ahora.

Q. Capítulo 4.

 

En el post anterior prometimos valorar la docu serie de Cullen Hoback para HBO, comentar las revelaciones del realizador y contestar a la pregunta: ¿a quién  beneficiaba el movimiento Q Anon?

En los primeros de sus seis episodios, nos desgrana el ecosistema de los tablones de imágenes anónimos (4Chan, 8Chan, 8kun). Una muy necesaria inmersión en este tipo especial de red social.



A medida que avanza la trama, casi detectivesca, compartimos el día a día de Fredrick Brennan, fundador e ideólogo de 8Chan.

Fredrick "Copypaste" es un personaje  entrañable por su discapacidad física y su personalidad. A pesar de ser un defensor a ultranza de la libertad de expresión, reconoce que deben existir unas líneas rojas que no se deben rebasar; como la apología del terrorismo.

Estas ideas acabaron rompiendo definitivamente su idilio amistoso con los bizarros Watkins, tras la adquisión por parte de Jim, el padre, de 8chan.

En un guerra mediática y legal entre Fredrick y los Watkins, donde se repartió estopa por ambas partes; Fredrick se vio obligado a huir de Manila, su hogar, o afrontar una posible y dilatada condena.


Filipinas es uno de los escenarios más habituales de la serie, seguido de lejos por Japón y Estados Unidos.
La antigua colonia española es el lugar de residencia de Fredrick y Jim y es visitada en ocasiones por Ron.

Filipinas me recuerda inevitablemente el desenlace de la novela de culto hacker "Criptonomicon" de Sthepenson. Allí se produce la terrible batalla de Manila, el protagonista quiere instalar su "paraíso de datos" y corren literalmente ríos de oro.


Neal Stephenson

También se desarrolla en Filipinas el excelente documental "The Cleaners", sobre los moderadores de contenido de las principales redes sociales. Trabajadores mal pagados, según el estandar occidental, y enfrentados a lo más sórdido de la red.

Recordar asimismo que en este bello archipiélago está encarcelado de por vida el monstruoso pederasta y asesino Peter Scully, responsable de un repugnante negocio de snuff movies con menores; autodenominado NLF (No Limits Fun).

Jim es un personaje muy interesante. Emprendedor, exitoso empresario, siempre buscando paraisos donde bordear la ley, idealista hasta la radicalidad pero muy espartano en sus declaraciones; una frialdad que puede llegar a resultar inquietante.


Ron "Codemonkey", de marcados rasgos orientales, vende una imagen zen y geek. Un artista marcial que parece tener sus emociones bajo control; pero cuando profiere una amenaza, se presagia lo peor. Expresa sus ideas de derecha alternativa de forma más abierta. De hecho, aunque no se comenta en la serie, se significó mucho en 2020 en las campañas para revertir los resultados electorales a favor de Trump.

Cullen Hoback reserva un cameo apoteósico a Steve Bannon y centra sus últimos capítulos en los Watkins, en busca de la identidad de Q. No puedo revelar más sin incurrir en pecado mortal de spoiler.

La serie nos recuerda puntos de sincronía entre las "revelaciones" y "profecías" de Q y sus Q-researches y algunos tuits y declaraciones de Donald Trump.


De hecho, cuando Jim es requerido para declarar ante el Congreso de Estados Unidos, por la vinculación de 8chan con ataques terroristas de extrema derecha,  Ron manda un mensaje a Steve Bannon. Los Watkins consiguen una donación anónima (de una cifra con connotaciones nazis) y ser representados por un prestigioso abogado de la derecha alternativa.

En principio el mayor beneficiario del movimiento parece haber sido Donald Trump, engrosando sus bases electorales, creando crispación y alta tensión políticas, dirigiendo un gobierno de verdades alternativas y veladas profecías de pucherazo y golpismo. 

Incluso, su no aceptación de los resultados electorales adversos de 2020, podía haberse visto reforzada por los variopintos seguidores de la derecha radical...


...Salvo que todo se salió de madre, se produjo el asalto al Capitolio, con pérdida de vidas, y Trump se vio obligado a hacer mutis por el foro de forma discreta.


Q se fue diluyendo y casi se suicidó mediáticamente con unos últimos vaticinios grotescos e incumplidos. Sus seguidores se debaten entre la decepción por los inexistentes arrestos de los miembros del estado profundo y la fanática convicción de que la lucha entre las fuerzas de la luz y la oscuridad continúa.

 

Las filípicas de Q también se dirigían al papa Francisco.

De las tinieblas a la luz, y de nuevo a la oscuridad. ¿Existen conspiraciones y poderes en la sombra? Probablemente. Pero ¿son acaso como nos lo presentaba Q? Seguramente no.

¿Es Q un simple troll? ¿Un experimento sociológico como las cartas ummitas

Q ha sabido conectar con aquellos que desean escribir su propia narrativa y no leer la redactada por otros.

El mayor éxito del diablo consistió en hacer creer que no existía. ¿No extenderá Q el camuflaje de un auténtico estado oculto? Pero no ese de opereta, de golpe de estado satánico-demócrata y guerra civil boogaloo . Algo mucho más aterrador y real.




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