Preservar el conocimiento

 



Cómo podemos escuchar en la cita de la magnífica obra "Ladrones de libros", a pesar de la fachada pública de pirómanos literarios, los nazis codiciaban y atesoraban libros expoliados; en los países que caían bajo su yugo.

En ocasiones, el transporte de libros, en cantidades de decenas de toneladas, se priorizaba incluso frente al desplazamiento de tropas.


Todas las culturas y civilizaciones se han sentido fascinadas por los libros, mucho antes del advenimiento de la página escrita.
Asurbanipal, cuando no se hallaba ejecutando salvajemente enemigos, se deleitaba con las tablillas de su nutrida biblioteca. Le apasionaban las obras de magia predictiva y gustaba de confrontar los textos escritos con las palabras de sus augures; quizás para ejecutarle caso de no mostrar los conocimientos adecuados.


Es sabido que Julio César, durante una acción bélica, incendió accidentalmente una parte de la biblioteca de Alejandría. Cleopatra, indignada, le condenó a dormir en el sofá durante un tiempo.


El sueño de los activistas que conoceremos en este artículo consiste en preservar el conocimiento de la Humanidad. Este loable propósito es totalmente ilegal y poseen un pequeño panteón de mártires que perdieron su libertad e incluso su vida por la causa. 



* (Parte del texto generado por IA)

Introducción:

En la era de internet, el concepto de bibliotecas ha evolucionado más allá del ámbito físico. Hoy en día, un nuevo grupo de activistas, conocidos como "archivistas", trabajan incansablemente para crear "bibliotecas sombra" en internet, con el objetivo de recopilar y preservar cada libro publicado. Este movimiento, aunque controvertido, está impulsado por la creencia de que el conocimiento debe ser accesible de forma gratuita para todos, independientemente de su ubicación geográfica o recursos económicos.


Aaron Swartz: Un Pionero en el Activismo Digital.
Una de las figuras más destacadas en el movimiento de archivistas digitales fue Aaron Swartz. Prodigio infantil y programador informático, Swartz coescribió la especificación RSS 1.0 a la edad de 14 años y más tarde se convirtió en una figura clave en el desarrollo de la organización Creative Commons. Swartz fue un defensor apasionado del acceso abierto a la información, creyendo que el conocimiento debería estar disponible de forma gratuita para todos, no encerrado detrás de barreras de pago o acceso restringido.


En 2011, Swartz fue arrestado por descargar millones de artículos académicos de JSTOR, una biblioteca digital de revistas académicas, utilizando la red del MIT. Enfrentando hasta 35 años de prisión y $1 millón en multas, Swartz trágicamente se quitó la vida en 2013. Su muerte desencadenó una ola de indignación y debate sobre el papel de las bibliotecas digitales, la ética de acceder a la información y la necesidad de reformas en el sistema legal.

 

Alexandra Elbakyan: La Desanonimización de una Activista Digital.
Otra figura clave en el movimiento de archivistas digitales es Alexandra Elbakyan, la fundadora de Sci-Hub, un sitio web que proporciona acceso gratuito a millones de artículos académicos. Elbakyan, una neurocientífica de Kazajistán, creó Sci-Hub en 2011 como respuesta al alto costo de las revistas académicas, que ella creía que restringían el acceso al conocimiento y obstaculizaban el progreso científico.
 

En 2015, Elbakyan fue demandada por varios importantes editores académicos, incluido Elsevier, por infracción de derechos de autor. Para evitar consecuencias legales, Elbakyan utilizó la red Tor y otras herramientas de anonimización para mantener su anonimato. Sin embargo, en 2016, su identidad fue revelada en un documento judicial, convirtiéndola en objetivo de acciones legales y escrutinio público.

Al parecer se pudo correlacionar su actividad "anónima" dentro de Sci-Hub con perfiles antiguos en redes sociales. Un caso similar al que llevó a la detención del administrador de Silk Road, que cuento ampliamente en Crime investigation.


El Legado de Swartz y Elbakyan:
A pesar de los desafíos legales y la controversia que rodea sus acciones, Swartz y Elbakyan han dejado un impacto duradero en el movimiento de archivistas digitales. Sus esfuerzos han llamado la atención sobre el alto costo de las revistas académicas, la necesidad de acceso abierto a la información y la importancia de preservar el conocimiento para las generaciones futuras.
Aunque la legalidad de sus acciones sigue siendo tema de debate, su compromiso con los ideales de acceso libre a la información y la democratización del conocimiento ha inspirado a una nueva generación de activistas digitales. Estos archivistas continúan trabajando hacia la creación de bibliotecas sombra, asegurando que el conocimiento siga siendo accesible para todos, independientemente de las barreras económicas o geográficas.

 



Conclusión:
El movimiento de archivistas digitales, iniciado por figuras como Aaron Swartz y Alexandra Elbakyan, representa una fuerza poderosa para el cambio en el mundo de la información y la difusión del conocimiento. Al desafiar el statu quo y abogar por el acceso abierto a la información, estos activistas están allanando el camino hacia un futuro más equitativo e inclusivo, donde el conocimiento esté disponible de forma gratuita para todos, en todas partes.

En próximos artículos profundizaremos en el desconocido mundo de los Archivistas, de sus bibliotecas sombra con más de cien millones de títulos, su cuantificación del conocimiento humano "preservado", su scrapping de inmensas bases de datos bibliográficas de mil millones de títulos, el uso de su material para entrenar nuevos modelos de IA... y la persecución implacable, fruto de sus acciones ilegales.
 




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