El fraude de los portales de contactos

Resulta obvio que Internet se ha convertido en una herramienta fundamental para la búsqueda de pareja para un buen porcentaje de personas.

Esta situación parece lícita, pero ¿y si los usuarios de estos portales lo que buscan son relaciones fueran de sus propias parejas?

"La vida es corta. ten una aventura amorosa" era el desvergonzado eslogan del portal de contactos que incitaba al adulterio, Ashley Madison. A la derecha del logo y la desafortunada frase, un rostro femenino con el índice cruzado sobre los labios.

El escándalo explotó en 2015 con 37 millones de cuentas robadas y expuestas públicamente. Tambien se supo que la compañía no solo se lucraba fomentando la infidelidad, también explotando el posterior sentimiento de culpa de los clientes. Si querían eliminar sus perfiles, debían pagar una cuota.




Visitando la carpeta de spam, es fácil encontrar mensajes de este tipo de portales, pero a lo cutre. Algunos con nuestra bandera nacional y nombres que no dejan lugar a la imaginación, sobre el supuesto producto que ofrecen.

En general estos portales no parecen transmisores de malware. El comportamiento malicioso ya va implícito en los mensajes de gancho donde nos avisan que podemos ver imágenes subidas de tono de gente conocida ?? y, por supuesto, en la incitación al engaño y al supuesto secretismo que rige los contactos.

Confieso que, a pesar de trabajar en Any, no he querido pasar del formulario de registro.

La información que he descubierto proviene de artículos on line y, sobre todo, de sus jugosos comentarios. Obviamente las opiniones no son contrastables, aunque el hecho de encontrar a un periodista especializado buscando testimonios, me induce a darles credibilidad.


Las usuarias se quejan de la existencia de perfiles falsos debidos a menores de edad. Los detectan por su lenguje, actitud y molestias.

Un menor puede ser víctima de un depredador con estas acciones ilícitas. Advertir además que estos menores deben utilizar imágenes de adultos reales, con lo que podrían incurrir en un delito contemplado en el artículo 401 del Código Penal.

Dado que el registro de estos portales anunciados por spam es gratuito, ¿Dónde está el negocio? En los mensajes que se mandan a otros usuarios; que son de pago.

Según el testimonio de una operadora, uno de los portales mencionados ofrece un 99 % de perfiles femeninos falsos. Todas las mujeres son operadoras. ¿Cúal es su trabajo? Chatear todo lo posible con el cliente, sin darle ningún contacto personal ni quedar nunca con él. Cada mensaje le cuesta al usuario más de un euro y la operadora recibe 9 céntimos de comisión.

Otro usuario comenta cómo recibía infinidad de mensajes de supuestas usuarias, de cualquier edad y cualquier aspecto físico, para hacerle consumir todos sus créditos en charlas que nunca conducían a un contacto fuera de la plataforma.

Según la operadora, el portal comentado, a pesar de la bandera española, supuestamente era holandés; aunque en realidad facturaba en el paraíso oceánico y fiscal de las Seychelles.

¿Y de dónde salen las imágenes subidas de tono o directamente explícitas que configuran la base de datos de éstas plataformas? Un cierto porcentaje, de las que entregan los propios usuarios a los operadores. ¿Artículo 197.1 del Código Penal?

Como vemos, estos lugares deshonestos están administrados por estafadores, que utilizan a sus clientes como carnaza, fomentando, permitiendo e incurriendo en diversos delitos. 

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