C1b3rWall 2020 - Telecomunicaciones. Del IoT al Internet of the Animals.
1. El lobo olfatea un grupo de posibles presas.
El módulo dos de C1b3rWall Academy 2020 ha estado dedicado a comunicaciones inalámbricas. Los ponentes han comentado gran número de tecnologías, aplicaciones impactantes y amenazas poco convencionales.
Algunos de los aspectos que más me han interesado, han sido la creciente proyección del IoT, asociada al Big Data y a la Inteligencia Artificial, y la expansión del 5G; que va a permitir unas telecomunicaciones impensables hace una década.
2. Las presas huyen monte arriba. Puede que haya alguna más joven, débil o enferma.
Pensaba escribir un artículo acerca de la gran cantidad de cosas que se pueden monitorizar gracias a estas nuevas tecnologías: aviones, barcos trenes, contenedores, móviles, redes wifi... Al final me decanté por investigar un poco acerca de un mundo fascinante y con una fuerte implicación ética: El internet de los animales.
3. Los cazadores se despliegan para interceptar a sus presas.
En las imágenes numeradas adjuntas he pretendido recrear una escena propia de documental de naturaleza. En un futuro cercano, toda esa escena podría ser captada in situ, a través de minúsculos sensores y cámaras adheridos al cuerpo de sus protagonistas, de cámaras fijas y drones; con datos transmitidos en tiempo real a la ISS y puestos on line.
La actualidad. Base de datos Movebank, de fauna salvaje monitorizada en remoto por todo el planeta. En el ejemplo, movimiento de un grupo de unos cincuenta lobos grises canadienses.
En 2018 existían más de 50000 animales salvajes equipados con distintos sensores, con geolocalización GPS y capacidad de transmisión de datos por telecomunicaciones.
Gracias a un grupo de focas y leones marinos se pudieron recabar infinidad de datos de zonas inexplorables por medios convencionales, en las profundidades del remoto mar antártico de Amundsen. A raiz de ese volumen de información estamos más cerca de comprender el deshielo polar y su relación con el aumento del nivel del mar.
4. La manada ha conseguido su objetivo.
La monitorización de los desplazamientos de ciertas especies de murciélagos frugívoros, reservorio tradicional de bacterias y virus (como los coronavirus), puede aportar una ayuda inestimable a la epidemiología.
5. Pero algo perturba su comida...
Incluso se conoce que determinadas especies de fauna puede detectar terremotos y tsunamis antes que los propios sismógrafos.
¿A qué esperamos para promover esta IoA que tantas vidas puede salvar y tantos conocimientos prácticos aportar?
En este sentido se creó este Big Data mundial de la fauna, conocido como Proyecto Icarus.
6. Una pareja de buitres se ha lanzado desde los farallones rocosos para aprovechar la carroña y alimentar a sus polluelos.
En verdad que este proyecto parece tener infinidad de ventajas y muy pocos inconvenientes. Incluso se propugna sustituir la comunicación con los satélites, por un enlace con la ISS (mucho más cercana y por tanto con menor latencia).
El título del proyecto me parece muy bien escogido. Aquellos con conocimientos de mitología recordarán el dramático destino de Ícaro, el hijo de Dédalo. Fabricó unas alas con plumas de aves y las adhirió a su cuerpo con cera. Emocionado por el vuelo, ascendió tanto, que el calor del sol derritió la alas y se precipitó al vacio.
Pero esto sera tema para nuevas entradas.
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